Avena
AVENA
La avena, sabrosa y rica en proteínas, ayuda a regular el
colesterol y a prevenir los altibajos de glucosa. Incluirla en la dieta es
fácil.
En el Mediterráneo el cereal por excelencia ha sido
siempre el trigo. Hasta tal punto que los antiguos romanos se burlaban de los
germanos llamándoles "bárbaros comedores de avena", porque para ellos
no era más que una mala hierba usada como forraje para caballos.
Pero la avena se ha abierto paso en los países del sur.
Hoy la toman desde vegetarianos o personas que quieren adelgazar a deportistas,
culturistas y pacientes de muy diverso tipo.
Su cultivo comenzó en torno al mar Caspio y las llanuras
del Cáucaso. Desde ahí llegó por el este hasta el Lejano Oriente, China e
India, y con griegos y romanos se expandió hacia el oeste y el norte de Europa,
donde encontró su mejor hábitat.
En Europa, sus mayores entusiastas son sin duda los
escoceses.
Su plato nacional, el porridge, sigue provocando acalorados debates sobre la forma más auténtica de elaborarlo.
Su plato nacional, el porridge, sigue provocando acalorados debates sobre la forma más auténtica de elaborarlo.
Cuando miles de escoceses emigraron al nuevo mundo en el
siglo XVII, la avena viajó con ellos. En Norteamérica se adaptó bien y fue allí
donde la compañía The Quaker Mill produjo copos por primera vez en 1876, en
Ohio.
Propiedades de la avena
Nutricionalmente la avena no solo es muy completa sino que supera con mucho a otros cereales más populares, tanto por su aporte de proteínas como de grasas saludables. Además aporta buenas cantidades de vitaminas y minerales.
Energía sana:
El contenido en hidratos de carbono de la avena es
similar al de otras semillas, en torno al 60%. Se trata en su mayor parte de
polisacáridos de absorción lenta, que proporcionan mayor sensación de saciedad
después de comer, y van aportando energía de manera moderada pero constante.
A este efecto contribuye su riqueza en fibra (6,7%). Con
ello se evitan la debilidad, el cansancio y la ansiedad que llevan a comer
entre horas y a desequilibrar la dieta.
El cereal con más proteína:
Su aporte de proteínas (13,8%) es el más alto entre los
cereales. Consumirla junto a una legumbre, cocinada por ejemplo con leche de
soja o con lentejas o alubias, permite obtener proteínas más completas.
Rica en minerales y vitaminas B:
Una ración de 50 gramos de copos de avena integral aporta
el 25% del fósforo diario, el 20% del magnesio, el 15% del hierro, el 50% del
manganeso y el 22% de la vitamina B1.
Además aporta algo de potasio, calcio, selenio, silicio,
cobre, cinc y vitaminas E, B2 y B3, así como numerosos antioxidantes y
antiinflamatorios como las avenantramidas.
Beneficios de la avena:
Todo lo que se sabe hoy confirma o amplía algunos de los
conocimientos de la medicina popular, y permite afirmar que la avena es un
alimento efectivo para conservar la salud o ayudar a recuperarla.
Baja el colesterol:
La avena contiene una fibra soluble llamada betaglucano.
Consumir 3 g diarios de la misma (o 75 g de copos o 40 g de salvado) baja el
colesterol en pocas semanas.
Contiene otras sustancias beneficiosas, como la lecitina,
o fitoesteroles como el avenasterol o el betasitosterol, con efectos comprobados
en el control del colesterol LDL o "malo".
Además, la avena estimula la glándula tiroides, que
participa en el metabolismo de las grasas.
Controla el azúcar:
Estimula la actividad del páncreas, y es una fuente de energía de asimilación lenta, y de fibra. Por ello es recomendable para diabéticos no insulino-dependientes al contribuir a estabilizar el azúcar en la sangre: tomarla en el desayuno, por ejemplo, ayuda a mantener este nivel más estable.
Protege del cáncer:
Es protectora frente a algunos tipos de cáncer, como los
de colon, mama o próstata.
Fortalece la musculatura:
Los avenacósidos son otras sustancias que han dado lugar
a un negocio floreciente.
Se trata de esteroides anabólicos y son variantes químicas de la hormona testosterona.
Se trata de esteroides anabólicos y son variantes químicas de la hormona testosterona.
Para consolidar la musculatura lograda con el
entrenamiento, los deportistas precisan cierta cantidad de testosterona
circulando por la sangre. El esfuerzo hace que disminuya, pero los avenacósidos
ayudan a recuperarla.
Equilibra el sistema nervioso:
La vitamina B1, el calcio y los alcaloides (indol,
trigonelina o avenina) refuerzan el sistema nervioso a la vez que favorecen la
capacidad para relajarse, concentrarse y prevenir el agotamiento mental.
Es muy digestiva:
Muchas personas con úlcera digestiva toman crema de avena
diariamente para aliviar sus síntomas. También es útil en caso de pirosis,
gastritis, estreñimiento (en decocción de grano entero) o diarrea (en decocción
de grano sin cáscara) y flatulencias.
La avena en la cocina:
Hoy día es más fácil incorporar la avena a la dieta, pues
la oferta de productos que la incluyen ha crecido mucho.
El grano pelado se puede preparar como cualquier otro
cereal. Necesita remojo previo entre 2 y
3 veces su volumen de agua. Luego tarda entre 30 y 40 minutos en cocerse.
Salteado con un poco de aceite y ajos hasta que se dore,
y después cocido, se tendrá listo para saltear con vegetales, al estilo
oriental. El gomasio, la salsa de soja, el tofu o unos humildes garbanzos
sientan bien a esos woks improvisados.
Una vez cocido y frío puede añadirse a las ensaladas para
hacerlas más completas. Para acostumbrarse a su sabor, se puede mezclar con
arroz, quinoa o cuscús.
El risotto, caldoso y cremoso, es otra receta muy
recomendable. Se puede cocer con leche de soja y agua. Al final, para espesarlo
más, se le puede añadir crema de avena.
Copos, la opción más práctica:
Los copos se adaptan a casi cualquier receta, como la más
clásica del muesli para el desayuno.
Si no se quieren cocinar, basta con dejarlos en el
frigorífico la noche antes, remojados con leche o yogur. Así su digestión será
aún más fácil y saciarán hasta la hora de comer.
También se pueden preparar hamburguesas, filetes rusos,
croquetas, rebozados, rellenos de hortalizas o lasañas, y por supuesto recetas
dulces: bollería, pastas, cremas, budines, flanes o granolas crujientes.
El copo instantáneo es más sencillo aun de utilizar, pero
su valor nutritivo es bastante menor.
La harina y el salvado:
La harina no panifica tan bien como la de trigo, por lo
que suele emplearse junto con esta en masas, para empanada, pizza, pan, crepes,
rebozados, buñuelos, así como en bollería o galletas.
El salvado se utiliza como fuente de fibra y se añade a
zumos de frutas, yogures, mueslis, masas de harina refinada, salsas o sopas.
Leche sin colesterol
La leche es un producto listo para tomar, con un
saborsuavemente dulce, sin colesterol ni lactosa, y con el mismo comportamiento
culinario que la de vaca, salvo para elaborar yogur.
Con ella se pueden preparar vichyssoise, croquetas
sorprendentes y empanados a la Villeroy, más ligeros.
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